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Águeda, Berberena, Peñalver y Del Noce, en el yate del primero en septiembre de 2004.
Una ruleta en la que todos ganaban

Una ruleta en la que todos ganaban

Ramón Salvador tejió una red de relaciones institucionales que habrían impulsado sus planes urbanísticos

Ricardo Fernández

Martes, 24 de mayo 2016, 02:05

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Ramón Salvador Águeda no se limitó en 2006 a encargar a los astilleros Astondoa de Santa Pola el que durante un tiempo sería -si es que no lo sigue siendo- el más imponente y lujoso yate de las costas española: el 'Samurai One', un capricho de 43 metros de eslora, tres cubiertas y 15 millones de euros. Además reclamó de la Hacienda Pública que le permitiera desgravarse su coste, al declararlo su 'oficina'.

Y es que para Ramón Salvador Águeda, su yate -y parece que también su jet privado- eran un elemento más de su infraestructura empresarial: lugares en los que agasajar a determinadas personas que pudieran ayudarle a hacer más rentables todavía sus muchos negocios.

Como el Fiscal Anticorrupción, Juan Pablo Lozano, relata en la denuncia que acaba de presentar en el Juzgado de Instrucción número 8 de Murcia, es que al empresario ilicitano nunca le falló el ojo a la hora de establecer dónde estaban los grandes centros de decisión y quiénes eran las personas que los regían. Y de una forma u otra, acabó estableciendo con la inmensa mayoría de ellas unas relaciones que, en apariencia, acabaron siendo muy beneficiosas para todos.

El alcalde, en su avión privado

Viaje de lujo a Estambul

Al margen de quien corriera con los gastos, que es algo que ahora deberá ser esclarecido, llama poderosamente la atención que quien entonces era alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, se embarcara en un viaje de lujo a Estambul, con desplazamiento en jet privado, con quien era uno de los promotores con más intereses en el municipio. Algo que, al margen de que pudiera ser o no delictivo, resulta antiestético. Más todavía si encima iba a acompañado de quien hasta un año antes había sido su todopoderoso teniente de alcalde y concejal de Fomento, Antonio Sánchez Carrillo, y su gerente de la empresa pública Urbamusa, el hoy edil Roque Ortiz. Acompañados todos ellos, por supuesto, de sus respectivas señoras.

Una elemental prudencia tendría que haber evitado ese tipo de manifestaciones amistosas, por más que se acabe demostrando -que se tendrá que demostrar- que cada matrimonio abonó la parte correspondiente del carísimo viaje a Turquía: solo 15.000 euros por pareja a cuenta del viaje en el jet privado, más hoteles, restaurantes...

Dominó en el puerto de Denia

Y presuntos regalos de relojes

Si con el alcalde Cámara logró irse de viaje a Estambul, con quien era su teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Fernando Berberena, también tenía una magnífica relación, a juzgar por los datos que se conocen. Ramón Salvador Águeda disfrutó de la compañía de Berberena y de su esposa en septiembre de 2004, en su yate de lujo que tenía amarrado en el puerto de Denia, precisamente el fin de semana siguiente a que se le hubiera dado luz verde a un gran plan urbanístico. Les acompañaron el entonces jefe de Planeamiento, Joaquín Peñalver, y el intermediario Renato del Noce, ambos también con sus esposas.

Las fotos de todos ellos jugando al dominó causaron escándalo en 2013, cuando 'La Verdad' las publicó.

Pero, además, las diligencias del 'caso Umbra' demuestran que Berberena recibió de Ramón Salvador al menos tres relojes valorados en más de 20.000 euros, así como otro de Renato del Noce, cuyo precio era de casi 15.000 euros.

Aunque el ya exconcejal aseguró que lo que hacía era recomprarle los relojes al promotor, el fiscal considera esa explicación una mera «excusa», recuerda que Berberena no ha podido acreditar un solo pago y sostiene que se trata de un presunto delito de cohecho pasivo.

Cacerías con el abogado Valenzuela

Y una parcela a bajo precio

Demostradas sus fluidas relaciones con el alcalde Cámara y con quienes fueron concejales de Fomento y de Urbanismo, Antonio Sánchez Carrillo y Fernando Berberena, hay que seguir hacia abajo. Y así se llega a quien era gerente de Urbanismo, Alberto Guerra. El juzgado dispone de gran cantidad de fotografías en las que se demuestran las magníficas relaciones de este con el abogado Daniel Valenzuela, hijo del ex secretario municipal de Murcia, José Luis Valenzuela y que ha trabajado para Ramón Salvador Águeda y otras grandes promotoras con intereses en el municipio, como Polaris World y Residencial Puerto de la Cadena.

En esas imágenes se aprecia a Guerra y Valenzuela en un buen número de cacerías, algunas en África, acompañados en ocasiones por Sánchez Carrillo, incluso en años en que este era concejal de Fomento.

Trabajos de la familia Peñalver

Importantes remuneraciones

Otra de las relaciones acreditadas de Ramón Salvador es la que mantuvo con el exjefe de Planeamiento del Ayuntamiento de Murcia, Joaquín Peñalver, pues este no solo trabajó para el promotor cuando pidió una excedencia, sino que el despacho de arquitectos de su familia le realizó numerosos trabajos y llegaron a ser socios en algunos proyectos, en los que incluso el promotor les prestó el dinero para que pudieran sumarse a la operación urbanística.

Unas relaciones que reportaron a Joaquín Peñalver 376.820 euros por un lado, por una labor de intermediación en la venta de unos terrenos; otros casi 85.000 euros por una operación urbanística denominada Salpa Milenium en la que intervenía la familia del alto funcionario; más de 2,5 millones de euros en concepto de pagos al despacho Peñalver Arquitectos entre 2005 y 2007...

El Fiscal Anticorrupción relata que, a su vez, el promotor ilicitano fue el primero en beneficiarse en Murcia del llamado 'teletransporte' -un sistema concebido para dotar de mayor aprovechamiento a unos terrenos- y apunta a que la urbanización Los Cañares recibió un trato de favor del Consistorio, que hizo caso omiso de la petición de la Comunidad para que fuera anulado.

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